La iniciativa plantea que las artes —música, teatro, danza, artes visuales, entre otras— dejen de ser materias aisladas y se conviertan en un eje integrador que fortalezca las competencias básicas, socioemocionales y ciudadanas de las y los estudiantes. Con ello, se busca promover habilidades como la creatividad, la comunicación, la empatía y el sentido de pertenencia.
En la jornada participó Andrés Zambrano, profesor de la UCC y concejal de Ibagué, quien resaltó la importancia de este tipo de propuestas en contextos locales. Según explicó, iniciativas como esta pueden convertirse en un puente para cerrar brechas educativas y culturales en ciudades intermedias y regiones rurales.
El proyecto ya ha avanzado en el Congreso de la República, logrando superar debates iniciales y posicionándose como una propuesta que reconoce la diversidad cultural y territorial de Colombia. Sin embargo, enfrenta retos como la financiación, la capacitación docente y la implementación en comunidades apartadas.
La socialización en la UCC permitió abrir el diálogo entre la academia, la ciudadanía y los actores políticos sobre la necesidad de una educación más sensible y creativa, donde las artes no solo sean un complemento, sino un motor para la formación integral de los futuros ciudadanos y ciudadanas.