Primero, significaba salir de mi zona de confort académica. La rutina de lo conocido a menudo limita el crecimiento personal y profesional. Este intercambio me impulsó a desarrollar habilidades de adaptación a un nuevo sistema de estudio, interactuar con diferentes culturas y formas de relacionarme, enfrentando así un entorno desconocido.
En segundo lugar, esta decisión implicaba una profunda transformación personal. Era una oportunidad para reflexionar y agradecer por diez años de trabajo como enfermera, y al mismo tiempo, enfocarme en mi futuro como Administradora de Empresas. Estas motivaciones me llevaron a tomar decisiones difíciles, como renunciar a una empresa en la que me sentía plena y alejarme de las personas que siempre me han apoyado.

| Tras superar los procesos de selección de ambas instituciones, el 17 de enero de 2025 llegué a Panamá. La emoción y la adrenalina se mezclaron con lágrimas al llegar al Aeropuerto Internacional Panamá Pacífico. En ese momento, surgieron dudas: ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Valió la pena este cambio? Sin embargo, recordé las palabras de Ana Paulina Valderrama, coordinadora de Internacionalización, quien me recordó que debía ser una “Embajadora" de la UCC, llevando en alto su nombre en cada acción.
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Con confianza en que Dios guía mis pasos y en mí misma, descendí del avión, sequé mis lágrimas y decidí vivir plenamente esta experiencia. Poco después, la Magister Andrea Pinzón, coordinadora del convenio de Internacionalización de la Universidad UMECIT, me recibió y nos dirigimos a explorar las instalaciones de la universidad. Conocí al personal directivo y a la facultad, lo cual facilitó mi integración.
Durante toda mi estancia, personas maravillosas fueron como ángeles en mi proceso de adaptación: me prestaron utensilios de cocina, me acompañaron al mercado, me ayudaron a familiarizarme con las monedas, y planificamos visitas a lugares históricos y al mar. La cálida bienvenida de la comunidad universitaria y de los directivos fue fundamental para sentirme en casa.

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Principales aprendizajes:
Marcar la diferencia: La decisión de apostar por mi crecimiento personal me llevó a ser diferente, a desafiar la rutina y a asumir la responsabilidad de mi éxito, reconociendo que las instituciones educativas son un canal para lograrlo.
Enriquecimiento académico: La interacción con diferentes métodos pedagógicos amplió mi visión de aprendizaje, aportando a mi desarrollo profesional y enriqueciendo mi formación con nuevas perspectivas institucionales.
Adaptabilidad: Enfrentar la incertidumbre y las nuevas situaciones fortaleció mi flexibilidad y habilidades para desenvolverse en escenarios diversos.
Interculturalidad: Conocer y valorar distintas culturas, tradiciones y gastronomías me permitió apreciar aún más la riqueza de mi propio país y reflexionar sobre cómo estos conocimientos pueden contribuir a mejorar otros lugares.
En conclusión, considero que la movilidad académica es mucho más que un intercambio. Es un esfuerzo conjunto que impulsa el crecimiento humano y profesional. Gracias a iniciativas como esta, promovidas por la Universidad Cooperativa de Colombia, los y las estudiantes tenemos la oportunidad de marcar una diferencia significativa en nuestros ámbitos, cultivando tanto nuestra calidad humana como profesional a través de una educación de excelencia.
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Finalmente, quiero agradecer a la UCC por acompañar cada paso de mi camino y a UMECIT por brindarme un hogar lejos de casa, demostrando un compromiso que trasciende la formación académica y prioriza nuestro bienestar y sentido de comunidad.