COMPETENCIAS PERSONALES: Se refieren a los comportamientos y actitudes esperados en los ambientes productivos, como la orientación ética, dominio personal, inteligencia emocional y adaptación al cambio.
COMPETENCIAS INTELECTUALES: Comprenden aquellos procesos de pensamiento que el estudiante debe usar con un fin determinado, como toma de decisiones, creatividad, solución de problemas, atención, memoria y concentración.
EMPRESARIALES Y PARA EL EMPRENDIMIENTO:
Identificación de oportunidades, para crear empresas o unidades de negocio, Elaboración de planes para crear, empresas o unidades de negocio, Consecución de recursos, Capacidad para asumir el riesgo, Mercadeo y ventas.
INTERPERSONALES: Son necesarias para adaptarse a los ambientes laborales y para saber interactuar coordinadamente con otros, como la comunicación, trabajo en equipo, liderazgo, manejo de conflictos, capacidad de adaptación y pro actividad.
ORGANIZACIONALES: Se refieren a la habilidad para aprender de las experiencias de los otros y para aplicar el pensamiento estratégico en diferentes situaciones de la empresa, como la gestión de la información, orientación al servicio, referenciación competitiva, gestión y manejo de recursos y responsabilidad ambiental.
TECNÓLÓGICAS: Permiten a los jóvenes identificar, transformar e innovar procedimientos, métodos y artefactos, y usar herramientas informáticas al alcance. También hacen posible el manejo de tecnologías y la elaboración de modelos tecnológicos. Dado su carácter trasversal la valoración de las competencias actitudinales siguen los parámetros institucionalmente establecidos para la valoración del desempeño del estudiante, adicionalmente en su valoración influye la observación que se realiza a la ejecución de las prácticas empresariales, donde un acompañante del proceso enviado por parte de desarrollo social se debe presentar hasta el puesto de trabajo.